Hay muchos estudios que demuestran las bondades del yeso agrícola (Sulfato Cálcico) en la recuperación del suelo, mejorando su estructura. En este artículo pretendo mostrar mi experiencia en la aplicación de este producto en el cultivo del cerezo en el Valle del Jerte.

Debo empezar con una ligera introducción sobre el producto:

El yeso agrícola se ha asociado a una enmienda caliza, al igual que la dolomita o la cal, pero es un producto diferente, que a mi entender puede dar más juego en esta zona de lo que habitualmente se aplica como enmienda.

Una de las diferencias que se encuentran en este producto frente a otros es que tiene un pH neutro, lo que implica que al aplicarlo en el suelo tiende a neutralizarlo, con lo que el pH del suelo podrá aumentar en las fincas de esta zona más de lo que lo hacen con una enmienda tradicional. Hay que tener en cuenta que el pH de estos suelos es bastante bajo y después de muchos años aplicando las enmiendas tradicionales no son capaces de aumentar de un pH de 5,5.

Otra diferencia que para mí es más significativa e interesante, es que no bloquea nutrientes en el suelo, y es capaz de profundizar más en el terreno, sin quedarse en la superficie, lo que mejora la estructura del suelo y aumenta los estratos donde las raices pueden profundizar. Véase la figura 1.

Por último también es diferente la época de aplicación. La dolomita debe aplicarse entre septiembre y noviembre para que haga efecto sobre el suelo al año siguiente. El yeso se puede aplicar en enero o febrero junto con el abonado tradicional, ya que su efecto es más rápido en el suelo. Por último su efecto perdura en el tiempo en función de la granulometría del yeso, siendo más duradera cuanto más grueso sean las escamas de yeso.

Paso a comentaros mi experiencia:

Realicé en 2015 una prueba aplicando yeso agrícola en una finca de Cerezos en el término municipal de El Torno. Esta prueba se realiza haciendo una simple comparación entre una parte de la parcela donde se ha aplicado el yeso y otra donde no se ha aplicado (testigo).

Como conclusión se pueden ver en los resultados:

- Se puede comprobar como al aplicar sulfato de calcio, el calcio ha hecho efecto sobre el rajado de la cereza, teniendo un 17% menos de incidencia de rajado en las cerezas aplicadas que las testigo. Figura 2.

- Sobre los grados Brix, se puede apreciar como se ha aumentado un 10% en concentracion de azucares sobre el testigo. Figura 3.

- Sobre el crecimiento de los brotes se ve como los cerezos tratados brotan un 18% más que los tratados. Figura 4.

CONCLUSIÓN

Con la simple aplicación de sulfato cálcico, sin aporte de más nutrientes diferenciadores, se aprecia que ha mejorado la productividad de los cerezos, con lo que se ve el efecto beneficioso del yeso sobre el suelo y se puede comprobar como los nutrientes que no estaban disponibles para la planta despues de la aplicación el árbol ha podido disponer de ellos, con la mejora sobre el rajado de fruta, que ha sido menor que sin la aplicación.

Con todo esto recomiendo la aplicación de Sulfato Cálcico en el cultivo del Cerezo en la zona norte del Cáceres.

Además es un producto completamente natural, sacado del triturado de la roca madre (mineral de yeso) y la casa con la que he realizado la prueba (Sulfato Cálcico del Mediterraneo, S.L) tiene certificado ecológico y una pureza de un 98% de sulfato cálcico.

Para más información sobre el producto: www.sulfatocalcicodelmediterraneo.es/

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